Sin duda uno de los retos más grandes de las y los líderes desde que inició la pandemia, ha sido la de continuar ejerciendo un correcto manejo de sus equipos, estando a distancia.
Y es que las formas de liderar necesariamente cambiaron pues deben adaptarse al entorno actual y a la forma en la cual se trabaja ahora.
Es por eso que el liderazgo ágil es una habilidad necesaria hoy en día.
¿A qué se refiere el término “ágil”?
Agile o “ágil”, es una metodología de trabajo que transforma los equipos y sus resultados. Éste, se enfoca en contar con una mejor organización, calidad, entregables, colaboraciones y adaptación.
Por otro lado, el liderazgo es conocido por enfocarse en inspirar e influenciar a las personas y equipos, para el logro de objetivos.
Por lo tanto, practicar un liderazgo ágil, es fomentar un cambio tanto en su persona, como en su equipo o el personal con el cual colabore, que contribuya a construir una organización verdaderamente ágil.
Las características del líder ágil
Las y los líderes ágiles tienen pasión por aprender, están abiertos a la innovación, a desarrollar a su gente y crean y comunican constantemente la visión de la organización.
Son las y los líderes que en lugar de organizar y controlar a los demás, se enfocan en lo que es verdaderamente importante: en las personas, en resolver problemas y en buscar nuevas posibilidades.
4 formas de ser un/una líder ágil
Para convertirte o desarrollarte verdaderamente como un/una líder ágil, hay algunas competencias y formas de trabajo que deberás poner en práctica para hacerlas parte de tu día a día:
- Crear un ambiente de trabajo seguro, un ambiente en el cual está bien equivocarse y cometer errores. Las y los jefes que provocan miedo y desconfianza quedaron atrás. Lo que realmente se valora hoy en día es la apertura en comunicación y el crear entornos en donde se permiten diferentes opiniones y puntos de vista, tolerando fallas y promoviendo la aceptación de éstas para mejorar en el trabajo.
- Prioriza la comunicación en tu equipo, proporciónales toda la información necesaria para desempeñar sus labores, fomenta la confianza para que se acerquen a aclarar sus dudas, ofrece retroalimentación y asegúrate de que la comunicación sea siempre frontal, evitando enviar indirectas o creando dudas. No te olvides de comunicar decisiones o cambios en la empresa y todo lo que les dé certeza de lo que ocurrirá a futuro en ella.
- Adáptate y ten visión, tal vez dos de las habilidades más importantes en tiempos de cambio. Retráctate acerca de una decisión, cambia de opinión, reconoce si te equivocaste, acepta los cambios y acostúmbrate a que todo está en constante movimiento, sobre todo en un momento como el que estamos viviendo. No dejes de tener metas a corto y mediano plazo, esto motivará y dará dirección a tu equipo.
- Genera engagement, algo particularmente importante en momentos difíciles. Escucha individualmente a las personas de tu equipo, interactúa y demuestra un interés genuino en ellas, más allá de los temas laborales. Otra forma de tener un engagement con tu equipo es demostrando tu interés en su salud, promoviendo el trabajo remoto, espacios de trabajo sanitizados y medidas de higiene que les generen tranquilidad en el espacio de trabajo.
El poner en práctica esta metodología, requiere de humildad para reconocer en qué aspectos debes mejorar o qué conductas puedes modificar.
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