Pensar en que la búsqueda de trabajo es un proceso de venta, donde el candidato es el producto mismo, es una idea que causa polémica en el mercado laboral, y es común encontrar en portales de empleo o plataformas como LinkedIn comentarios en contra de esta visión.
Pero, para valorar si esta percepción es correcta o no, empecemos por entender que el mundo laboral es un mercado donde el talento (es decir, los candidatos) son la oferta y la demanda son las empresas, ya que pagan un precio por ese talento (sueldo).
Esta analogía ayuda a entender qué debe enfatizarse en la búsqueda de talento:
- Ventajas Competitivas. – Como candidato es importante enfocarte en los principales puntos que te diferencian de tu competencia.
- Propuesta de valor. – Es vital, como candidato, saber qué aportas a la empresa. Cuando un reclutador pregunta tus logros rara vez se refiere a los personales, más bien espera que menciones el valor que has generado a la empresa; por ejemplo: un aumento de las ventas en un 20%, disminución de la merma en un 15%, mejora en la calidad de impresión en un 10%, etc.
- Manejar objeciones: Para esto, el candidato tiene que enfocarse en desarrollar un buen discurso de manejo de objeciones para no ser descartado de inmediato. Siempre habrá puntos detectables por los que una empresa no te seleccione, así que como aspirante debes estar preparado y anticiparlos.
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Tomando en cuenta estos elementos, podemos decir que, al evaluar candidatos, las empresas están haciendo un proceso de compra (como cuando una persona compra un coche y compara beneficios).
Siendo fríos, esta es la labor del head hunter, reclutador y contratante, encontrar la mejor opción al mejor precio (sueldo); un proceso de marketing puro. Así como hay marketingpolítico para vender a un candidato a la presidencia, los postulantes también entran en un proceso donde es necesario saber cómo hacer marketing y “venderse” como la mejor opción para la empresa.
No es que la gente sea un objeto, es más bien una invitación a un cambio de chip para enfatizar tus fortalezas ante la empresa. Después de todo, como su nombre lo indica, en el mercado laboral hay una oferta –los candidatos– y una demanda –las empresas.
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Autor: Osval Orduña, Gerente de Permanent Placement en Adecco México