Aunque se dice que un líder nace con el talento para serlo, la verdad es que para lograrlo se deben cultivar competencias precisas durante un largo tiempo a través de la práctica y la formación constante para desarrollar los puntos fuertes, contrarrestar las áreas de oportunidad, y posteriormente, mejorar el rendimiento general.
De acuerdo con Robert L. Katz, catedrático de las universidades de Harvard y Stanford, hay tres habilidades que cualquier persona en un puesto directivo debe tomar en consideración:
1. Habilidades Técnicas
Son aquellas que se forman en la práctica, ya sea a partir del trabajo en alguna industria específica o en alguna institución de educación superior. Son las bases de los procesos individuales y pueden acrecentarse con la ayuda de algún superior o alguna persona experimentada en el tema.
2. Habilidades Humanas
Están ligadas con las disciplinas de la psicología, la sociología y la antropología. Se desarrollan de modo personal con relación a la inteligencia emocional, la resiliencia, la empatía, la comunicación estratégica (oral y escrita), así como la escucha activa.
Esta habilidad es fundamental para gestionar los equipos de trabajo, pues es a través de la capacidad empática y de comunicación que los integrantes del equipo alcanzan la motivación necesaria para lograr sus objetivos y consiguen desarrollarse, no sólo como profesionales, sino también como personas.
3. Habilidades Conceptuales
Están vinculadas a la creatividad, la innovación y la capacidad para resolver problemas con éxito. Se mejoran a partir de la responsabilidad de dar cauce a casos prácticos en el trabajo y cuando se asignan nuevas tareas o nuevas posiciones, siempre dirigidos y ayudados por parte de superiores y personas con mayor experiencia.
Es importante saber que cada habilidad varía con el nivel de responsabilidad, explica Katz, siendo la competencia conceptual la más importante y compleja de adquirir para llevar al éxito procesos de gestión de equipo, productividad y desempeño; todas ellas, competencias que pueden ser desarrolladas e incluso ser tomadas en cuenta para el reclutamiento y selección de personal, capacitación y promoción de los ejecutivos de una organización.