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3 tipos de retribución en el mercado laboral

Las necesidades de los trabajadores han cambiado, pues las compensaciones que las empresas ofrecen a sus empleados deben ir más allá del factor económico. El sentido de pertenencia y el tiempo para la vida personal son factores igual de importantes que el sueldo para los colaboradores, por lo que la forma de retribuir su trabajo debe atender estas inquietudes.

Política de retribución

La política de retribución de la empresa es uno de los factores que más influyen en el nivel de satisfacción del capital humano. Ese nivel de satisfacción influirá de forma directa o indirecta en su motivación, en las ganas de participar activamente en la resolución de problemas, en la voluntad de trabajar en equipo y, sobre todo, en tener una actitud positiva y abierta a la comunicación, imprescindible para cualquier proyecto empresarial que busque el éxito.

Aunque la política de retribución es una parte importante en el éxito de un proyecto empresarial, algunas empresas no cuentan con los medios o conocimientos para establecerla de la mejor forma, en especial las compañías emergentes.

Una de las mejores opciones para asegurarse de que se cuente con la estrategia correcta de recursos humanos es a través de la alianza con una agencia especialista en tercerización de personal que asesore sobre las mejores prácticas en recursos humanos y tenga la capacidad económica y legal para llevar a cabo las mejores estrategias y políticas, como la de retribución.

Tipos de retribución

Son tres los sistemas de retribución más habituales y eficaces: la retribución fija, la retribución variable y el complementario pago en especie. Lo ideal es que la política de retribución contemple estos tres tipos, pues de esta manera se asegura que los trabajadores tienen las mejores condiciones laborales.

1. Retribución fija

Es la retribución económica mínima que la empresa garantiza a sus trabajadores y que se fija dependiendo de las funciones que desempeñan o del cargo que ostentan. Garantizar ingresos fijos y estables representa una gran tranquilidad para los empleados, una sensación de equilibrio que en la mayoría de los casos revierte positivamente en el rendimiento productivo.

Además de la retribución fija, también es habitual la individualizada, es decir, aquella que tiene en cuenta las competencias profesionales y las características de la persona que ocupa el puesto de trabajo. De esta manera, cuanto más se desarrollan estas habilidades profesionales, mayor puede ser la retribución. Para los colaboradores esto significa la posibilidad de crecimiento, uno de los factores que más toman en cuenta para elegir o permanecer en un trabajo.

>>Qué es lo que los candidatos buscan en una oferta laboral<<

2. Retribución variable

Se establece en función de los resultados que se alcanzan. Para ello se debe crear un sistema que mida los resultados y que permitan una remuneración real con base en objetivos. Se trata de un sistema que premia los logros de los empleados, pero debe establecerse con precaución, pues tiene sus riesgos.

Si esa retribución variable es escasa o los objetivos que debe alcanzar el empleado para conseguir la retribución pactada son imposibles de cumplir, el empleado se desmotivará, bajará su rendimiento, disminuirá su implicación en el proyecto y, por supuesto, su nivel de eficiencia, eficacia y productividad.

3. Retribución en especie

Consiste en complementar el salario base o la retribución variable con una serie de beneficios no monetarios a los empleados. Este tipo de recompensas también pueden ubicarse dentro del salario emocional. 

>>Tipos de salario emocional que puede implementar cualquier empresa<<

Hay muchos ejemplos de retribución en especie: días de vacaciones, flexibilidad de horario, viajes, regalos, formación de alto nivel, uso del vehículo de la empresa, descuentos, entre otros.

Desde el punto de vista de la motivación y la productividad, en muchas ocasiones estas retribuciones en especie son mucho más determinantes que las económicas, pues suelen beneficiarlos a un nivel personal y/o familiar.

Beneficios de una buena política de retribución

La retribución constituye uno de los instrumentos más importantes para alcanzar los objetivos de la dirección de recursos humanos de la empresa, por lo que una adecuada gestión de retribuciones permitirá: 

  • Atraer a personas que desempeñen con garantía sus tareas.
  • Motivar al personal.
  • Retener a los empleados.

En Adecco sabemos la importancia y el valor del recurso humano dentro del mercado laboral, por lo que contar con un equilibrio en las retribuciones beneficiará a los resultados de tu empresa y la vida de tus empleados. Contáctanos para conocer más sobre nuestras opciones de tercerización de personal y ayudarte a contar con el capital humano que necesitas.