México se ha convertido en un país clave para la industria farmacéutica mundial no solo en manufactura, sino en investigación y desarrollo.
México es el segundo más grande de América Latina en la industria farmacéutica, y es un importante productor de medicinas de alta tecnología, incluyendo antibióticos, antinflamatorios, tratamientos contra el cáncer, entre otros.
Además de ser altamente especializada, la industria farmacéutica mexicana genera un impacto directo de 161 ramas de la actividad económica, de un total de 259 en las que se clasifica la matriz de insumo producto, que incluye ramas del sector primario, del secundario y de comercio y/o servicios.
Aunque se está presentando una atención considerable a México como mercado farmacéutico, ha habido menos publicidad referente al papel cada vez mayor de México en la I+D farmacéutica. Un gran número de las compañías farmacéuticas internacionales más importantes tienen presencia en México, con la mayoría de sus actividades situadas en el área metropolitana de la Ciudad de México, y los estados de Morelos, Puebla y Jalisco.
México es un importante destino de inversión para producción e investigación de la industria farmacéutica, debido a que posee un gran mercado interno y también se ha consolidado como país exportador líder en el región latinoamericana.
Según Rafael Gual Cosío, director general de la Cámara Nacional de la industria Farmacéutica (Canifarma) dijo que “hay una gran oportunidad en México en la parte de investigación clínica, el país puede constituirse como un polo de desarrollo mundial para la investigación clínica”.
La Canifarma anunció recientemente que busca quintuplicar sus inversiones en los siguientes años, centrándose en la investigación clínica, actividad que en 2016 tuvo una inversión de 200 millones de dólares, cifra que para este 2017 estará creciendo.
Un claro ejemplo es Pfizer, que realizan sus investigaciones en México, “estamos trabajando en investigación de 5 biotecnológicos que más se utilizan en el mundo, se utilizan básicamente en enfermedades autoinmunes y el otro gran segmento es oncología. De las cinco, tres están siendo investigadas en México y la meta es lanzarlos al mercado en 2020”, indicó Rodrigo Puga, director general de Pfizer México.
La inversión a nivel mundial para investigación y desarrollo fue de 7,690 millones de dólares, 18% de los ingresos de 2016, en estudio están 94 proyectos, de los cuales cinco son de biocomparables. En México hay 32 proyectos de estudio de los 94 a nivel mundial, y tres de los cinco biocomparables que corren a nivel mundial.
De acuerdo con Lisardo Herrera, director de Propiedad Industrial de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), gracias a el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) las inversiones locales en la región de investigación clínica pueden triplicarse en los próximos años, ya que ofrecerá mejores condiciones de protección de propiedad intelectual a las compañías farmacéuticas que operan en México.
De acuerdo con el directivo, las empresas del sector invierten anualmente un promedio de 160 millones de dólares, pero ese monto podría subir hasta 500 millones de dólares al cierre de 2023.
El mercado nacional sigue siendo un punto muy importante en el continuo crecimiento de la industria, debido a que el crecimiento de la población y el nivel de consumo de fármacos muestran un potencial de desarrollo por el tamaño del mercado.
La investigación y el desarrollo generan medicamentos innovadores que mejoran la calidad de vida, así como también previenen o curan enfermedades.