Los programas de voluntariado corporativo o empresarial son de gran utilidad para mejorar los índices de productividad en las organizaciones, ya que son una forma efectiva de ayudar al personal a desarrollar habilidades que serán de beneficio para su desempeño en el trabajo.
Al respecto, Erika de la Barrera, gerente de responsabilidad social de Adecco México, explica que el beneficio principal de un programa de voluntariado se centra en “la posibilidad de desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo, comunicación, negociación y resolución de problemas de quienes participan”.
Pero ¿cuáles son las ventajas concretar de llevar a cabo esta estrategia al interior de una organización?
- Mejora la colaboración. La interacción entre las personas se fortalece a través de la confianza, sobre todo, más allá del mundo corporativo; por ello, el espacio del voluntariado permite relacionarse con personas de diferentes disciplinas y edades enfocadas en un objetivo común: mejorar la vida de otros individuos o apoyando causas que beneficien nuestro entorno.
- Fortalece la ética personal. El ayudar a otros permite que las personas refuercen su sentido de consciencia y ahonden en los beneficios que tienen sus acciones, ya que al apoyar a otros, o al incidir en mejorar algo, se tiene como resultado la mudanza o transformación de antiguos hábitos y percepciones con relación a alguna creencia.
- Aumenta el índice de retención. El activo principal del voluntariado es incrementar el compromiso del personal con su entorno y su trabajo; de esta forma, invertir en programas de voluntariado auxiliará a las empresas a disminuir sus tasas de rotación y encauzar menores gastos a procesos de reclutamiento y selección de personal.
En suma, los programas de voluntariado empresarial permiten que el personal disfrute de mayor satisfacción en su vida profesional, lo que deviene en el fortalecimiento de las relaciones interpersonales y, por tanto, en la mejora de la productividad individual y grupal al interior de la compañía.
